Nunca me ha gustado tener cosas
de segunda mano. Aunque desde pequeño siempre he sido un cliente regular de
biblioteca, no me terminaba de gustar la textura y el polvo acumulado en los
libros prestados ya a tantas personas. Y no era tanto por lo sucios que podían
estar (cosa que ya en su momento podía ver lógica) sino por lo mal cuidados
que estaban. La gran mayoría tenían manchas de bebidas (y comidas) varias y
desgarrones de todo tipo, algunos amenazando con descuajeringar en poco tiempo
el pobre libro.
El caso es que desde que conseguí
mi querido Kindle, ya las bibliotecas las visito menos si no es para donar
algún libro (ahora que lo pienso la de la uni sí la he usado, pero eso es por
necesidad no por ocio). Sumándole a eso que el alquiler de pelis
prácticamente desapareció por la piratería, habían pasado muchos años sin que alquilase
absolutamente nada.
Hasta antes de ayer.
Alguna vez recuerdo haber
alquilado un juego, pero sólo para saber si merecía la pena la compra. No tanto
disfrutar del título, sino más bien para probarlo. De hecho, el resultado fue
malo. El juego no me gustó nada. Incluso creo que lo devolví el mismo día que
lo alquilé de lo malo que era (lo siento, Resident Evil - Operation Raccoon
City). Pero el otro día, paseando distraídamente entre los títulos de alquiler
mientras esperaba a unos amigos, me encontré con uno del que había oído hablar
hace tiempo y que me hubiese gustado probar. Efectivamente se trataba de Little
Nightmares, un juego indie que se suponía que era de miedo pero que, por lo que
yo había visto, era más original que aterrador (os aseguro que si fuese
realmente de miedo no lo cogía).
Así que, después de tantos años,
volvía a tener algo alquilado en mis manos. Y esta vez con un objetivo
diferente: tenía 48 horas para disfrutarlo. Un juego que normalmente no me
hubiese comprado nunca y que probablemente me habría quedado sin probar pese a que me picaba
la curiosidad desde hace tiempo.
Y aquí tenéis lo que me ha
parecido la experiencia.
*Antes de nada advertir de que no
es un análisis profesional del juego. Eso lo pueden hacer mucho mejor que yo
los que trabajan en cualquier revista especializada. Esto es una
opinión personal y, por tanto, contiene
spoilers y una visión totalmente subjetiva. Ojito si no lo habéis jugado (aunque la historia no influye en nada a la jugabilidad, pero bueno).
"The Maw" |
***
Six, la protagonista del juego |
La primera vez que oí hablar de
Little Nightmares fue cuando Pewdiepie jugó a la demo. Me pareció una idea
original, aunque no terminé de ver el vídeo. Pensé que tal vez algún día me lo comprase para probarlo por mi cuenta. El tiempo pasó, el juego salió,
y como siempre, tenía un precio más alto del que pagaría por un indie. De ese
modo, Little Nightmares quedó en el olvido. Hasta el otro día.
El juego dura poquito. Alguien
que vaya a toda velocidad podría pasárselo en unas dos horas. Si lo disfrutas y
vas poco a poco, como personalmente prefiero, puedes tardar como muchísimo unas
cinco. Eso a mí me pareció un punto a su favor. La sistemática del juego se
puede reducir en avanzar a través de una serie de puzles que se presentan en
forma de habitaciones con amplia gama de peligros. Aunque el juego es bastante
variado respecto a escenarios, la sistemática se puede hacer repetitiva y, para mi gusto, el que sea cortito es algo muy
positivo porque no da tiempo aburrirse.
La dinámica del juego alterna
momentos de tranquilidad, como son las escenas de investigación, puzles o exploración,
con escenas de tensión como persecuciones frenéticas o escenas donde debemos
ser sigilosos si no queremos terminar servidos como cena. Y es que encarnando a
Six, la protagonista, seremos perseguidos en numerosas ocasiones por los
monstruosos seres que habitan “The Maw”, donde se desarrolla el juego, y
tendremos que usar el ingenio de forma casi constante para escapar de las
trampas que allí se encuentran.
El reparto de personajes me
pareció amplio mientras lo jugaba, pero la historia es cortita y si te paras a
contar, no son tantos en realidad. Con siete personajes (algunos de ellos
grupales como las Sanguijuelas o los Huéspedes), a los creadores del juego les
basta y les sobra para contarnos la historia. Este reparto va desde los Nomos,
unas criaturitas que habitan el mundo de las sombras en el que también se
esconde Six de los peligros como el Bedel, los Chefs, los Huéspedes, pasando
por las Sanguijuelas y, finalmente, la Dama. Es un título que demuestra que no
es necesario un reparto amplio de personajes para contar una
historia.
Six escalando una pila de platos sucios |
Respecto a la imagen y el arte
del juego, para mí cumplen exquisitamente. La estética de casa de muñecas o
escenario de marionetas, mezclado con una estética surrealista e inquietante que
recuerda al estilo de Tim Burton está muy cuidada. Cada habitación parece contar su
propia historia. Cada escena, cada enigma, es una pequeña pieza de un gran
puzle que te cuenta la aterradora historia que, sin decir una sola palabra, el
juego intenta narrar. Los diseños de los personajes no se quedan atrás. Desde
el impersonal chubasquero amarillo de Six hasta los largos brazos del Bedel,
los grasientos cuerpos de los cocineros o la aterradora sutileza de la Dama,
cada personaje mantiene esa estética de marioneta que da un matiz de cuento a
la historia.
Pequeños aspectos como el mundo
gigantesco con un protagonista diminuto, la presencia de seres monstruosos que
nos persiguen sin darnos explicación alguna o que, después de cada muerte, el
personaje se despierte sobresaltado como si lo ocurrido hace unos segundos
fuese solo un mal sueño… ayudan a crear un ambiente de pesadilla. Y es que en
eso se basa el juego, en una pesadilla de niño. El estar en un mundo enorme,
que no llegamos a comprender del todo, constantemente amenazados y en el que
parecemos un poco perdidos, donde la oscuridad puede esconder una trampa mortal
o un peligro que nos acecha, recuerda a las pesadillas que podíamos tener
cuando éramos más pequeños.
Uno de los escalofriantes Gemelos Chef |
Sin diálogo alguno en toda la
experiencia, el juego nos narra la historia de Six. Una niña pequeña que se
despierta en una prisión de la que está decidida a escapar. Para ello tendrá
que echar mano de su valor y su determinación, porque el terrible mundo en el
que se moverá no se lo pondrá nada fácil. En cada rincón le esperan
peligros que la perseguirán por los diferentes niveles del submarino. Sí, has
leído bien, el juego tiene lugar en un tremendo submarino llamado Las Fauces (The Maw),
que una vez al año sale a flote para alimentar a montones de Huéspedes. Éstos
son personas extremadamente obesas, aburridas de vivir, cansadas, que buscan
emoción y saciar su terrible gula sin prisa, sin emoción, sin ganas. Están más
muertos que vivos y buscan algo que no saben bien lo que es. Las Fauces se lo ofrecen,
pero de este lugar nunca sale nadie. Y es que el gran misterio de las Fauces es
que la carne que se sirve es en parte humana. Niños como Six, capturados y
retenidos hasta que son llevados a las cocinas para prepararlos para los
Huéspedes por los Chefs. Pero la cadena trófica que se plantea no acaba aquí.
La Dama, la mujer vestida de geisha que preside Las Fauces, se alimenta a su
vez de los Huespedes para mantenerse viva eternamente, en una búsqueda de la
belleza absoluta. Hay quien dice que Six es en realidad su hija, que ante el
miedo de que fuese más bella que su madre, ésta la encierra en los calabozos
junto con los otros niños para no tener que verla más. Sin embargo, Six no
se rinde como los demás y escapa. En su camino vemos una evolución que
comentaremos más adelante, en la que poco a poco deja atrás su inocencia y se
adapta a la crueldad de las Fauces para poder sobrevivir. Finalmente, la Dama
intenta terminar con ella personalmente pero Six es más lista y la obliga a
enfrentarse a lo único que no puede ver: su propia imagen. La Dama, derrotada,
es finalmente devorada por un ser más peligroso que cualquiera que nos hayamos
encontrado durante el juego. Uno más listo, más fuerte y más rápido: la propia
Six. Así, la pequeña Six muerde a la Dama y adquiere sus poderes. En la última escena
vemos cómo se acerca a la salida de la nave, pasando a través del comedor. Los
Huéspedes, como ya habían hecho antes, intentan comérsela. Pero esta vez Six no
huye. Impasible, sigue avanzando mientras la oscuridad que ha almacenado en su
interior durante el viaje desde la prisión se hace cargo de las luces y de todo
Huésped que ose intentar ponerle una mano encima. Así, el ser más peligroso
llega a la puerta y sale por fin de la prisión submarina.
Vemos cómo Six, en un principio
débil, que depende de la caridad de los demás para sobrevivir (lo que en una
ocasión le hace caer en una trampa) ha dejado atrás esa inocencia y se ha
adaptado a las reglas de las Fauces. Se ha hecho fuerte para sobrevivir, aunque
eso le haya hecho perder parte de su humanidad. Al final del juego, se ha
convertido en el ser más peligroso que habita el navío, capaz de absorber la
vida de cualquiera que intente detenerla en su objetivo de escapar.
Es muy curioso que para conocer
la historia del juego tengas que buscar en la página web del mismo. Allí te
ofrecen las descripciones de los lugares y de los personajes, que sumado al
hecho de haber terminado el juego, puede ser material suficiente para empezar a
teorizar y obtener una idea más o menos aproximada de la historia real que se
narra. Esto cada vez es un recurso más utilizado y ni mucho menos Little
Nightmares es un pionero en este estilo, pero sí creo que puede considerarse un
título que utilice muy bien esta dinámica.
La Dama |
Por último, la música.
Minimalista. He escuchado la banda sonora mientras escribía esto y,
sinceramente, aunque las canciones me sonaban, apenas se le prestaba atención
durante el juego. El juego se centra más en crear una ambientación de fondo y a
partir de ahí muchos sonidos raros e inquietantes. Eso sí, recuerdo que en
muchas escenas todos estos sonidos los orquestaba el silencio absoluto.
Silencio y ruidos, excepto en escenas puntuales donde la trama golpeaba un
poquito más fuerte, a lo que la música acompañaba volviéndose más apreciable. Si tuviese que destacar
algún tema, destacaría: “Prison Toys”, que aparece cuando nos pasamos el
juego y salen los créditos, y “Six’s Theme Part II” que sale en la última
escena del juego, cuando finalmente escapamos de la nave. No tiene muchos más temas
destacables, pero la banda sonora cumple con el objetivo de la música de este
tipo de juegos: inquietar.
En general, y ya concluyendo, me
ha parecido un juego indie muy bueno. La historia es macabra, pero tampoco
pretende escandalizar a nadie usando directamente escenas desagradables para
crear este efecto, sino que te deja intuir poco a poco detalles que terminan
formando la historia. Es un título curioso, me ha gustado y me ha parecido muy
cuidado. Es un juego cortito que cuenta una historia breve pero intensa. La
jugabilidad es sencilla, de tipo puzle y exploración intercalada con escenas de
frenética carrera, ideal para el objetivo del título. Ha sido una experiencia no
sólo el terminar el juego, sino también tener que hacer una pequeña
investigación para enterarme de una historia que los creadores han contado sin
utilizar un solo diálogo para ello.
Un juego muy recomendable, 10/10
en su género. Enhorabuena al equipo de Tarsier Studios. A mi parecer, han conseguido un gran título.
Un pequeño Nomo (que no Gnomo) |
***
Espero que os haya entretenido mi tal
vez demasiado extensa opinión sobre el juego. Si no lo habéis jugado y
habéis leído hasta aquí, os recomiendo que lo hagáis pese a haberos destripado
un poco la historia. Porque el conocerla no influye en nada al hecho de
asustarse o sentir la adrenalina disparada cuando un Chef gordo como una vaca
intenta cogeros para hacer un relleno de pescado –chubasquero amarillo incluido-.
Pero no os preocupéis. Pase lo
que pase en el juego, Six siempre se despertará como si todos esos sucesos no fuesen
más que…
La licencia de todas las imágenes utilizadas pertenece a Tarsier Studios |
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